miércoles, 6 de octubre de 2010

METAFÍLMICA DE OTEKA (11) - Cortometraje de la Iglesia o la Ira de Dios

por Javier OTK

(CAPÍTULO QUE DUDÉ ENVIAR PARA SU PUBLICACIÓN EN LA REVISTA CONSPIRATIO POR LA DUDA DE QUE HUBIESE SIDO INSPIRADO POR EL DEMOFLUJO. FINALMENTE FUE PUBLICADO EN EL NÚMERO 11).

Dedicado al teólogo
+ Hans Urs von Balthasar
por su inspiradora Teodramática.
A Oteka, el maestro de Metafílmica, se le juntaron muchas “noches oscuras”… Muchas más de cuarenta. A decir verdad, fueron años, no tantos como cuarenta, pero sí un montonal. Fue así que, por un tiempo, lo consumió la incertidumbre respecto de su religión, mejor dicho de su Logoflujo, porque dudaba que Dios le dictara semejantes imprecaciones. Jamás se atrevió a mostrárselas a Brigitte, su amadísima discípula, y sólo por fidelidad a su profesión decidió publicarlas como testimonio de la parte oscura, y lamentablemente también humana, de su obra Metafílmica. Estos son los apuntes para uno de sus cortometrajes o, como podría decir Baudelaire, una de sus flores del mal.

Y dice el Dios:

— ¡Que se haga la luz… cámara… acción!

Las luces del escenario se encienden gradualmente. El rostro del Dios iracundo se descubre en lo alto, tras la tramoya, mientras increpa a los cardenales de abajo que, acartonados, parecen haberse reunido en cónclave.

— Estoy hasta la madre de ustedes. ¡Mírense nomás!, ¿no les da vergüenza?... Esos trajecitos bordados con hilos de oro los hacen ver como antigüedades bufas… y no se diga de sus anillos ostentosos y sus báculos metalizados que semejan serpientes enroscadas, encolmilladas a la tradición mosaica. ¿Pues qué no tienen fidelidad, ni sentido común?…

Los cardenales, a contraluz, siguen atrapados en la inmutable rigidez de su teatral naturaleza de cartón, mientras el Dios reanuda su reniego:

— ¿Y qué no se aburren? Siempre vestidos igualito, parecen comadres con faldas. Ya me retumban los oídos con sus monótonos cantos “gorgorianos” y sus mismas fórmulas oratorias dizque para alabarme. Y sus templos también me tienen harto. ¿De veras ustedes creen que a Mí me gusta permanecer enclaustrado entre cuatro paredes, oliendo esa mierda que chamuscan y que me hace toser hasta la sequedad? ¿Me quieren provocar enfisema pulmonar con sus inciensos asquerosos?... ¡¿Por qué no se ha extendido la ley antihumo a los templos?!...

Los carto-cardenales mantienen su estatismo y su mudez. Pero eso no intimida al Dios que sigue reprendiéndolos:

— Me fastidia su falta de creatividad. Siempre los mismos rezos, los rituales inamovibles, las cancioncitas invariables, las inalterables caras compungidas, de fingida santidad, permanentemente secretéandose para disimular sus intrigas, con las puertas cerradas y esas luces mortecinas que se cuelan por los vitrales empolvados… y sus putas velitas… ¡Ay no, qué diría Freud de sus putas velitas!... ¿En verdad creen que yo habito aquí?...

Los sacro-cartones siguen sin responder al correctivo del Dios.

— Yo sólo venía de pasadita, al estilo pascual, simplemente para decirles que ¡me tienen hasta la madre!... ¡Y les aseguro que no me refiero a la Santa Madre!... Yo que pensaba que iba a ser rapidita la cosa, pero no, ustedes no me dejan concluir. Nomás de verlos ahí, con sus jetas de ratones enmudecidos… ¡Hipócritas!... ¿De dónde sacaron ustedes esa pinche costumbre, la de adornarse con esas mitras?… ¡Sombreritos puntiagudos tan ridículos!... ¡¿Acaso pretenden seguir prolongando su fanático y esotérico culto al dios Mitra, al Sol Invictus que adoraban los romanos, culto que en sus orígenes también rindió Constantino el sincrético y que, entre otras cosas, excluye a las mujeres?!... Por cierto, ¿dónde las han dejado? No veo ninguna por aquí… ¡Pues claro!, miren las consecuencias, se meten en la cama no sólo acompañados por ustedes mismos, sino que abusan de mis inocentes chiquitos… Me dan ganas de agarrarlos a “palos”… Pero no me malinterpreten. Yo no hago esas cochinadas que les gustan a muchos de ustedes; lo que quiero decirles, como su papacito amoroso, ¡es que me gustaría sorrajarles las nalgas a putazos, para ver si de una chingada vez entienden!… Ojalá me fueran indiferentes, pero todavía tengo muchos hijos que amo y que están bajo amenaza en sus congregaciones y sus institutos. ¡Cabrones! Con ustedes se quedó corto mi concepto de pecado. Por eso no los voy a dejar tranquilos, porque ni mandándolos al infierno podrían pagar tantas chingaderas. ¡No, no, no! Esta vez no puedo confiar en Lucifer. Su infierno no es suficiente castigo. Yo mismo les voy a diseñar uno a su medida, ¡ya verán! Si para inventar cositas me las pinto solo… ¡Cabrones súper-apocalípticos!

LAS LUCES DEL ESCENARIO HACEN FADE OUT.

LAS LUCES DEL ESCENARIO HACEN FADE IN.

- Imagínense cómo el Dios les habla a los políticos.

- Imagínense cómo el Dios les habla a los multimillonarios.

- Imagínense cómo el Dios les habla a los narcos…

- Imagínense cómo el Dios les habla a las mujeres y a los hombres.

Al fin, un pobre hombre, vagabundo y borrachín, le habla fuerte a un Actor-Visitante que ha descendido de la tramoya, sin saber quién es. Lo cuestiona de por qué Dios, después de abandonar a su propio Hijo en la cruz, sigue abandonando al hombre; por qué extiende su miseria, su sufrimiento; por qué hace parecer que son los pobres con los que más se ensaña… El vagabundo alza su voz al cielo para lanzarle su furia. Hace palidecer al mismísimo Actor-Visitante, lo pone a dudar del plan de “amor sufrido” de Dios, hasta que el Actor-Visitante ya no puede más y, entristecido en extremo, asciende de nuevo por las escaleras hacia la tramoya, experimentando el abandono del actor-residente, el hombre, quien vuelve a quedar solo, abandonado a la borrachera de su mundo, sin saber que aquel Actor-Visitante, posible o probablemente, era el Creador del libre albedrío y que ambos, una vez más, habían permitido que se les fuera otra oportunidad para reencontrarse y amarse.

Corte a:

La cámara de la Metafílmica continuará filmando cuando la conspiración la cargue con otro rollo.


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POST SCRIPTUM:
Quién iba a suponer que después de un tiempo, llegaría un Papa como Francisco.




AVANZA A:

(12) Filme de un viaje por la CONSARKOSIS.