miércoles, 6 de octubre de 2010

METAFÍLMICA DE OTEKA (5) - Cortometraje al interior de las tres Personas de un solo Dios

por Javier OTK

La cámara, ahora, va a sumergirse al fondo de un océano de contenidos reales, simbólicos, icónicos y conceptuales.

El maestro de Metafílmica:

— Mi querida Brigitte, para aproximarnos a una leve comprensión de la semejanza que los seres humanos tenemos con el Dios trinitario y eterno, debemos aprender a nadar en aguas profundas, donde las imágenes sólo son posibles para la Metafílmica.

Corte a:

La cámara inicia su apasionante viaje de autoinmersión contemplativa y reflexiva.

El maestro de Metafílmica:

— No se trata de un típico psicoanálisis freudiano, sino de una terapia de renacimiento y potenciación espiritual.

Corte a:

La cámara descubre que la teoría del análisis transaccional, propugnada por Eric Berne, hace una analogía con la teoría de Freud, relativa al Ego, al Super Ego y al Ello. Estas tres entidades o estadios de nuestra psique, son visualizadas y simbolizadas en este cortometraje, desde la perspectiva de Berne, en las figuras interiores de un Padre, un Adulto y un Niño.

Brigitte:

— ¿Es gracias a esta teoría que a cada rato escuchamos decir que todos llevamos a un niño dentro de nosotros mismos?

El maestro de Metafílmica:

— Así es, en importante medida.

Corte a:

La cámara continúa con la fase digital de su viaje, en el que podemos percatarnos de que nuestra semejanza con Dios es nuestra dimensión trinitaria.

El maestro de Metafílmica:

— Como Él que es un solo Dios, nosotros somos un solo ser; y también como Él, estamos integrados por tres “personas” interiores o entidades distintas: la del PADRE; la del ADULTO (como la persona de Jesús que, siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, ha conducido su naturaleza humana a su mayor plenitud); y la del NIÑO (como la persona del Espíritu Santo, lleno de alegría, dinamismo, creatividad...).

Corte a:

Una voz nos aconseja que si aceptamos mirarnos así y, en forma simultánea, contemplamos las tres Personas del único Dios, podremos bucear dentro del flujo de abundantes torrentes de agua viva que circulan en el interior de la Comunión divina...

El maestro de Metafílmica:

— Este momento es suficiente para contemplar sin límite de tiempo, en profunda oración, el mayor acontecimiento que pueda jamás existir: la VIDA COMUNITARIA DE DIOS.

Corte a:

La cámara nos hace evidente que hemos sido concebidos a Su imagen y semejanza, cuando nos visualiza como una comunidad entre nuestro Padre, nuestro Adulto y nuestro Niño interiores...

Brigitte:

— Pero como estamos dañados internamente, debido a que nos hemos alejado de Dios, nuestras tres “personas” interiores no se relacionan sanamente. Padecemos una especie de esquizofrenia.

Corte a:

La cámara ilustra el comentario de Brigitte, al descubrir cómo nuestro Padre oprime a nuestro Niño, éste se vuelve malcriado y agresivo contra nuestro Padre, éste lo regaña, el Adulto trata de imponer normas, reglas y leyes de toda índole a fin de crear un marco legal y político para la convivencia pacífica...

El maestro de Metafílmica:

— ¡Cuánto nos falta para restablecer intra-relaciones sanas!... así como las de nuestro Amado Modelo Trino, quien no se basa en legalismos impuestos, sino en la única ley que religa... ¿Sabes, Brigitte, cuál es esta Ley?

Brigitte:

— Obvio, ¡el Amor!

El maestro de Metafílmica:

— Ni tan obvio; pero me alegran tus avances. Déjame que la cámara de nuestro cortometraje te sorprenda. Imagina que te muestra el momento en que tu Padre inte-rior se dispone a ofrecer a tu Adulto, en un sacrificio que ambos voluntariamente aceptan, y que consiste en entregarte como rehén a cambio de que unos terroristas perdonen la vida a otra persona secuestrada, a quien no conoces, y a sabiendas de que ese intercambio implicará necesariamente tu sacrificio de muerte...

Brigitte:

— ¡¿Cuánto necesitaríamos amar a nuestro próximo para dar nuestra propia vida para salvarle la suya?!

El maestro de Metafílmica:

— Sí, ese es el ángulo que “rompe” la relativamente “fácil” y “placentera” vida intra-trinitaria.

Brigitte:

— Y otro ángulo que la rompe, es que yo tenga que imaginar a mis personas interiores de género masculino y no femenino, como yo.

El maestro de Metafílmica:

— ¡Ahí tienes otro ángulo a analizar!… Pero es todo un rollo que quizá podríamos filmar en otro corto.

Corte a:

La cámara casi enceguece al espectador cuando muestra la incandescente Luz que emana del pecho del Padre al rasgarse a Sí mismo, como el velo de un Templo que ansía mostrar todo lo que hay dentro de Sí… Y, desgarrándose interiormente, abrirse a que participemos de su Amor infinito, formando con Él una Comunidad eterna y maravillosa.

El maestro de Metafílmica:

— A cambio de todo eso que Dios hace, nosotros podemos corresponderle: creyendo y viviendo en Él, desgarrándonos en nuestras tres entidades o “personas” interiores, para trascender a la plenitud de la vida humana que sólo se logra en una comunidad de hermanos y hermanas que vivimos amándonos, y creyendo-viviendo según nos invita Jesús a formar con Él, con nuestro Padre y con el Espíritu Santo, la comunidad del DIOS-CON-NOSOTROS, que ya ha comenzado en la historia de este nuestro cielo.

Brigitte:

— Sí, querido Oteka, un cielo tan alto… y tan bajo y profundo como nuestro propio océano.

Disolvencia a:

La cámara de la Metafílmica continuará su viaje… cuando la conspiración la cargue con otro rollo.


AVANZA A:

(6) Cortometraje de la Belleza que salva